Conocida es la frase con que se formulaba la crítica de lo que Ortega y Gasset llamaba "la barbarie de la especialización": "especialista es quien sabe mucho de poco; cada vez más de menos, hasta saber todo de nada". La complejidad del Derecho Concursal no permite esa reducción del objeto de estudio que tiene que practicar el especialista, para acotar en extensión la materia y aumentar en profundidad los conocimientos. Para saber Derecho Concursal hay que saber Derecho público y Derecho privado, Derecho Constitucional, Administrativo, Procesal, Tributario, Civil -parte general, persona, obligaciones y contratos, derechos reales, hipotecario, familia y sucesiones-, Mercantil, Internacional y, desde luego, Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social. No cabe especializarse en todo.
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